lunes, 11 de abril de 2011

El arte del buen comer

No debo ser ni por casualidad el primero que pone un título ricotero en alguna nota o algo como esto -no sé cómo definir a la sarta de boludeces que escribo-. No obastante me pareció que ''re-iba-boló'' ese título para lo que intentaré pensar: el término 'comer'.

Ya se ha vuelto común que una persona vaya a bailar, se tome algunas copas, baile música monótona y diga casi al finalizar la noche "me comí a Patricia/Evaristo". O más raro aún: que diga que se comió a una persona que no conoce. Que se coma a una persona que conocía podría llegar a ser aceptable. Capaz le tenía bronca, la quería matar y no contento con ello se la comió. Pero, ¿comerse a una persona que no conocés? ¿Eso no es de psicópata-canibal? Claramente no es asi. Estas reflexiones serían válidas si tomaramos el término "comer" como lo que verdaderamente es: Masticar y desmenuzar el alimento en la boca y pasarlo al estómago. Definición que no se conduce con lo que nosotros, la juventud, entendemos por comerse a alguien. Según nosotros, comer vendría a ser la acción de demostrarle amor a una persona que nunca más vamos a ver en la vida.

¿Por qué mezclar la comida con un acto de amor efímero? ¿Acaso el que inventó este raro término andaba por la vida con una gula amorosa? Y otra cosa: el término comer aleja cierto romanticismo que podría haber en ese cruce de labios y lenguas sedientas de pasión. ¿Alguien se puede imaginar a Romeo contándole a sus amigos cómo se "comió" a Julieta? Preguntas varias, certezas nulas.

¿Cómo es que llegamos a naturalizar este concepto? ¿Desde cuándo no nos resulta extraño que alguien nos diga "me comí a ..."? Yo tengo una teoría (tan posible como incomprobable): Situándonos a fines de los 90' y con un plan económico liberalista que devastó al pueblo argentino y dividió a la sociedad entre quienes tenían para hacer casas de oro y tener autos en forma de cohete (a lo Chester J. Lampwick) y quienes no tenían ni para el pan, surge un movimiento social que podríamos denominar "Fiestangas". Este movimiento social abarcaba tanto a personas del grupo social con abultada billetera al que denominaremos "Los Ricarditos Fort" como a los del otro grupo al que llamaremos "Los Rauls Castells". Así, mientras los Ricarditos Fort iban a bailar a lugares ultramodernos con música que ellos suponían mejor que cualquier cosa, los Castells hacían lo propio pero en otros lugares un poco más humildes. Y es en este grupo donde nos centraremos pues serán ellos los que iniciaron este término que hoy admiten todos sin distinción de clase social.

Los Rauls Castells, luego de algunas copas -preferentemente vino Zumuva o, si había nivel, un Michel Torino-, se dirigían con su mambeada conciencia hacia algun lugar bailable. Mientras sonaba de fondo "Triste palomita", el mambeado Castells no podía dejar de alucinar con comerse una rica paloma asesinada previamente con una piedra. En medio de esos razonamientos, al Castells se le acerca una Nina Peloso y comienzan una charla simpaticona. El "Pizza conmigo" que acompañaba este diálogo ayudaba a que el muchacho únicamente piense en comida y así se imagine que con quien estaba hablando era nada más ni nada menos que una grande de muzzarella con palmitos. En este estado de alienación, el Rauls no besa a la Nina sino que se la come. Sus amigos, al escuchar esta anécdota, empiezan a usar el término comer para referirse a lo que hoy significa.

Tontos seríamos si pensaramos que este término fue aceptado unánimemente por todos los "Fiestangas". La realidad marca que los Ricarditos Fort, envidiosos ellos, hicieron una gran campaña en contra del uso de dicho término argumentando simplemente "que era muy grasa". Sin embargo, no pudieron contra el progresivo camino recorrido por el término comer y hoy, varios años después, es aceptado por todas las clases sociales.

Esta es la victoriosa historia de los Castells contra los Ricarditos Fort. Esta es la etimología del término 'comer'. Y este es un idiota que analiza boludeces. Pero para mi es todo un arte. El arte del buen pensar.

4 comentarios:

  1. ok le doy tres tenedores, la nota es muy comestible y da para largo el tema, siempre es de apreciar el que alguien PIENSE, y si no preguntele a SUSANA, que de tanto me lo como quedo como quedo!!!
    EXITOS CON EL EMPRENDIMIENTO.

    ResponderEliminar
  2. Y este es un idiota que analiza boludeces. Pero para mi es todo un arte. El arte del buen pensar... Un lujo ese final.
    Te seguire Juancito, la gloria es tuya.
    Pd: sigamos diciendo "me comi a..." suena a comer mucho sin engordar...

    ResponderEliminar
  3. Según nosotros, comer vendría a ser la acción de demostrarle amor a una persona que nunca más vamos a ver en la vida.


    Claramente no es amor.
    Y otro buen títutlo sería "Yo caníbal". Para pensarlo..

    ResponderEliminar
  4. Cuanta imaginación de tu parte...buenisimo! Si a mi me hubieran preguntado de donde salió el término "me comí a..." simplemente (porque soy jodida pero de vez en cuando me hago la simple) hubiera respondido que viene de hace no se cuantas décadas atrás cuando algún galancito de estos que andan sueltos quiso exagerar sus cualidades de "besador" frente a alguna muchacha que quería "levantarse" (otro término que se podría analizar) y le dijo que "le comería la boca de un beso", entonces el resto no quiso ser menos y sucede esto de lo que hablas, donde todos dicen "me comí a". Que se yo! La historia de los Castells y los Ricarditos Fort es mas divertida igual :D

    ResponderEliminar